Hace unos días viendo la película "El atlas de las Nubes" me quedé con una frase "Tienes que hacer lo que no puedas dejar de hacer", porque "hay un orden natural en este mundo y quién lo perturba está destinado al fracaso", me viene bien, intentando usarlas para conformarme con situaciones cotidianas.
La observación de aves en libertad, es la actividad que me gusta, distrae, disfruto con ella, la que cuento en este blog, desde hace más de cinco años. Y el orden natural, es lo que sucede mientras la realizo, dándose situaciones antropocéntricas, que interactúan con las aves, poniéndolas en fuga.
Así, en la última jornada se han dado dos de estas situaciones, la primera, ha sido mientras observaba un tarabilla posada en las rocas del espigón de la playa: Se ha dado a la fuga, al aparecer un docena de gatos , movilizados de su aparente letargo, por la llegada de un "Homo-amabilis" que les traía comida.
La segunda situación se ha dado mientras observaba los cormoranes y garzas de las rocas de la playa del mar de Sant Adrià, han salido volando despavoridas, por la presencia de un "Homo-aquaticus" buceador, pescador.
Son dos ejemplos, de los muchos que se dan, con las que hay que convivir, al tratarse de espacios no protegidos para las aves. Aves que, a pesar de la presencia humana, siguen observándose regularmente y, afortunadamente y constatable, cada vez son más las personas "Homo-ornitologicus" que disfutamos con ello.
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