Pocas aves europeas pueden competir con el carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus) en potencia vocal. Su canto no es bonito ni melódico, pero es imposible ignorarlo: ronco, repetitivo y penetrante, como si una chicharra se hubiese instalado en el corazón del carrizal.
Pero... ¿por qué canta así?
El carricero tordal vive en un entorno ruidoso y denso: carrizales altos, lagunas, humedales donde el viento, el agua y el coro de otras aves pueden ahogar cualquier sonido. Su estrategia es sencilla: gritar más fuerte que nadie. Su canto alcanza entre 70 y 95 decibelios —una barbaridad para un ave—, similar al ruido de una motosierra o una carretera con tráfico. Los machos pueden emitir hasta 10.000 notas al día, sin apenas descanso. El canto sirve para marcar territorio y atraer hembras. Cuanto más ruidoso y largo, más atractivo parece.
Su canto no es casual: el carricero tordal tiene una maquinaria vocal adaptada para este esfuerzo titánico: una siringe robusta: Su órgano vocal está diseñado para generar sonidos metálicos, ásperos y repetitivos, y un Cuerpo resonante: Es el mayor de los carriceros europeos, y su tamaño le permite proyectar una voz grave y vibrante, es el vozarrón del humedal, el megáfono natural que no canta por gusto, sino por pura necesidad. Mientras otras aves susurran melodías, él ruge su mensaje: “¡ este es mi territorio !”
El carricero tordal canta para imponerse en un hábitat cerrado y sonoro. |
El carricero tordal tiene músculos siringeales* más desarrollados para sostener cantos largos |
Acrocephalus arundinaceus. Carricero tordal.Balquer.Great Reed-Warbler. |
Cantando desde lo alto de una caña, bien visible, pero otras veces se oculta entre las hojas |
Tabla comparativa entre el carricero tordal y el serín verdecillo:
El canto del carricero tordal se concentra principalmente en un rango de 3 a 5 kHz, una frecuencia relativamente alta que le permite destacar acústicamente en su hábitat natural: carrizales densos y humedales ruidosos. Este rango medio-agudo, más elevado que la mayoría de las voces humanas, resulta especialmente eficaz para atravesar la vegetación y superar el ruido ambiental constante del viento, el agua y otras especies vocales. Su patrón repetitivo y metálico no solo garantiza que su canto sea detectado por posibles parejas, sino que también lo hace inconfundible en un paisaje sonoro saturado. Esta adaptación acústica es clave para su éxito reproductivo y territorial.
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Notas : (*)Los músculos siringeales son estructuras especializadas que controlan la siringe (el órgano vocal de las aves, equivalente a nuestra laringe). Estas fibras musculares permiten a las aves producir cantos complejos, modular tonos y proyectar sonidos con extraordinaria precisión.
- El volumen y el rango de frecuencia son dos aspectos distintos pero complementarios del sonido. El volumen, medido en decibelios (dB), indica la intensidad o fuerza con la que se emite un canto, es decir, cuán fuerte suena y hasta dónde puede oírse. En cambio, el rango de frecuencia, medido en hercios (Hz o kHz), define la altura del sonido, desde los tonos graves a los agudos. Así, una ave puede cantar con un volumen alto pero en frecuencias graves, o con un volumen bajo pero en frecuencias muy agudas. En el caso del carricero tordal, su canto combina alto volumen y frecuencias medias-agudas, lo que le permite sobresalir acústicamente en los carrizales ruidosos donde vive.
- Todas las imágenes PacoTorres © del día 29.IV.2025 en el Delta del Llobregat. El Remolar-Filipines
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