Desde el inicio del verano se pueden
observar la presencia de patos y
gaviotas muertas en el tramo final del
río Besós, todo parece indicar que el causante es la toxina del botulismo aviar, siendo las aves acuáticas especialmente vulnerables, el problema
persiste, ya que las condiciones idóneas para propagarse son las mismas : poco
oxígeno en el agua, altas temperaturas ambientales y materia orgánica en
descomposición, además los episodios de lluvias torrenciales que hemos tenido últimamente
tampoco favorecen, ya que cuando llueve toda el agua residual procedente de la escorrentía
superficial de las zonas urbanizadas, va directamente al río, ( y diría, sin
confirmar, que también las aguas negras
procedentes del consumo humano), en cualquier caso, es casi seguro que el
causante de la muerte de estas aves es la calidad del agua del Besós, agua que
en su mayoría procede de los aportes de las estaciones de depuración de aguas
residuales.
Puesto en contacto con Gregorio Camacho, regidor
de Medi Ambient de l'Ajuntament de Sant Adrià, me comenta que está al corriente
de esta intoxicación, aunque no tenía noticias de que hubiera muchos casos, y
que en los últimos años ya hubo episodios similares, y es de prever que se
repitan en el futuro.
En definitiva, a nadie parece importar lo que está sucediendo, es un mal endémico sin fácil solución, y con preguntas sin respuesta:
¿Por qué persiste año tras año el botulismo aviar?, ¿qué está ocurriendo para que no se haya actuado? ¿Por qué No existe protocolo de retirada de las aves muertas?
Lugar de observación. --------------- En twiteer |
No hay comentarios:
Publicar un comentario