Regreso a Gallecs con la ilusión renovada de encontrar más chorlitos carambolos (Charadrius morinellus), una de las especies migratorias más esperadas de la temporada. La última vez que visité este espacio, tuve la suerte de avistar tres (puedes ver entrada en este blog), y en días posteriores llegaron a contarse hasta ocho individuos, lo cual me llenó de esperanza para esta nueva jornada de observación.
Al llegar al lugar donde se habían avistado previamente, el paisaje parece desierto a primera vista. A pesar de escudriñar el campo con prismáticos y telescopio, no detecto movimiento alguno en el área donde solían congregarse. No obstante, el terreno presenta una ligera pendiente, lo que deja abierta la posibilidad de que algún ave esté resguardada en un punto fuera de mi vista. Decido acercarme con cautela, con la esperanza de que mi intuición sea acertada.
De repente, en un movimiento casi imperceptible, un chorlito se levanta del suelo. ¡Ahí está! Como suele suceder con esta especie, el ave regresa a posarse casi en el mismo lugar donde la vimos levantar el vuelo. Este comportamiento, de fidelidad al sitio, es común en muchas aves, que suelen preferir las mismas áreas para descansar y alimentarse.
Con paciencia, decido esperar, y después de unos minutos, el chorlito vuelve a aparecer, volando elegantemente para aterrizar suavemente en su sitio favorito. Ahora que está localizado, aprovecho la oportunidad para capturar algunas fotografías que comparto a continuación.
Chorlito carambolo. Eudromias morinellus o Charadrius morinellus. Eurasian Dotterel. Corriol pit-roig |
La ceja ancha con la parte posterior ocre, lo mismo que en el margen de algunas plumas. Puede ser un individuo joven. |
Perfectamente mimetizado con el paisaje, en la foto en el círculo rojo, se encuentra el chorlito carambolo |
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