Durante una visita reciente a El Remolar, en el Delta del Llobregat, he vivido uno de esos momentos que se quedan más grabados en la retina que en la memoria de la cámara de fotos. Frente al humedal, entre el carrizo y la lámina de agua, un gran grupo de archibebes comunes (Tringa totanus) apareció en vuelo formando una nube palpitante de alas.
No es raro ver archibebes comunes, especialmente durante los pasos migratorios o en invierno. Sin embargo, pocas veces había visto una concentración tan numerosa. El grupo, compacto y ruidoso, ofrecía un espectáculo difícil de ignorar, con su vuelo coordinado y ese constante cambio de dirección tan característico de las limícolas cuando se sienten alertadas.
La escena fue breve pero intensa: el movimiento sincronizado de las aves, el brillo blanco de las alas al desplegarse, las patas rojizas colgando brevemente antes de alzarse del todo… y ese sonido inconfundible de alarma que emitían al unísono. Un instante que resume la energía de estos espacios naturales tan valiosos.
El archibebe común es una especie elegante, de silueta esbelta, con patas y base del pico de color rojo anaranjado, plumaje moteado en tonos terrosos, y una banda blanca muy visible en las alas en vuelo. Se mueve con soltura por zonas húmedas y marismas, donde busca invertebrados en el fango con su característico picoteo rítmico.
Un nutrido grupo de archibebes comunes en vuelo. Un espectáculo poco habitual por el número de ejemplares concentrados en la zona. |
Una de esas escenas fugaces que cuesta olvidar. |
Archibebes comunes en pleno vuelo, mostrando sus alas con bandas blancas características. |
- Todas las imágenes PacoTorres © 16.IV.2025 en el Delta del Llobregat. Remolar-Filipnes
- Entradas relacionadas en este blog: Archibebe común
- Entradas relacionadas en este blog: Archibebe común
No hay comentarios:
Publicar un comentario