Cuatro páridos bien paridos, siempre presentes, siempre curiosos, de parques y bosques.
Cuando paseamos por un bosque o un parque, es fácil escuchar los cantos inconfundibles de los páridos o verlos revoloteando entre las ramas. Estos pequeños pájaros inquietos y simpáticos están entre las aves más observadas y queridas de nuestros entornos naturales. Entre ellos destacan cuatro protagonistas que alegran el paisaje con sus colores y movimientos: el carbonero común, el carbonero garrapinos, el herrerillo capuchino y el herrerillo común. Aunque comparten características como su pequeño tamaño, su dieta basada en insectos y semillas, su residencia durante todo el año en la península ibérica y su costumbre de anidar en cavidades, cada uno tiene su propia personalidad y su hábitat favorito.
El carbonero común, con su plumaje amarillo brillante y su marcada banda negra en el pecho, es el más grande y visible de los cuatro. Es muy adaptable y podemos encontrarlo tanto en bosques como en parques urbanos, donde no duda en acercarse a las cajas nido y comederos que instalamos.
Parus major. Carbonero Común. Mallerenga carbonera. Great Tit. |
Más discreto es el carbonero garrapinos, que luce un elegante contraste de negro, blanco y gris. Este pequeño pájaro prefiere los pinares y bosques de coníferas, por lo que es menos frecuente en zonas abiertas o humanizadas y algo más difícil de observar si no nos adentramos en su hábitat.
Periparus ater. Carbonero garrapinos. Mallarenga petita. Coalt tit. |
El herrerillo capuchino es una pequeña joya de los bosques de coníferas y mixtos. Su plumaje gris-marrón y su cresta blanca y negra lo hacen inconfundible, recordándonos a un pequeño punky de la naturaleza. Tiende a ser más solitario y territorial que sus parientes, y resulta menos habitual fuera de los pinares.
Por otro lado, el herrerillo común, con su vibrante mezcla de azul, blanco y amarillo, es uno de los más simpáticos y fáciles de ver. Es ágil, curioso y muy común en parques y jardines, donde no duda en visitar comederos o cajas nido, ganándose el cariño de quienes lo observan.
Cyanistes caeruleus. Herrerillo Común. Mallerenga blava. Eurasian Blue Tit. |
Un detalle que une a estos cuatro pájaros es su necesidad de anidar en huecos, ya sean naturales, como los troncos de árboles viejos, o artificiales, como las cajas nido que podemos instalar para ayudarlos. Esta dependencia de las cavidades hace que la conservación de los árboles maduros sea clave para su supervivencia. Observar a estos páridos es siempre un placer.
PacoTorres © texto e imágenes. 7.V.2025 en la Serra de Collserola, Barcelona.
Fotos: Canon R7 + obj. 100-500
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