Mi viaje por Islandia, un lugar de contrastes naturales, me regaló un avistamiento inolvidable: el Arao Aliblanco (Cepphus grylle. Black Guillemot) Esta especie, difícil de ver en otras regiones, brilló en las aguas heladas islandesas, dejando una impresión imborrable. Fue mi primera vez observándolo.
A lo largo de diferentes puntos de mi recorrido, tuve la suerte de capturar varias facetas de su comportamiento. Pude verlos tanto en pleno vuelo, rozando el agua con su batir de alas característico, como posados tranquilamente sobre la superficie marina. Ahí, su plumaje oscuro creaba un contraste claro con la gran mancha blanca de sus alas, un rasgo distintivo que le da nombre. La aparición de sus patas rojas, aunque muchas veces escondidas en el agua, añadía un toque de color a su ya reconocible silueta en el entorno ártico.
Pero, sin duda, uno de los instantes que más me llegó fue encontrarlos en su entorno más íntimo, entre las rocas cubiertas de algas en la costa. Allí, la cercanía permitía apreciar bien su forma compacta y cómo se adaptan al medio marino, dejando claro lo bien que se desenvuelven en ese hábitat.
El arao aliblanco, un ave de pequeño tamaño ( como una paloma torcaz) tiene patas rojas vibrantes que, aunque a menudo no se pueden observar porque están sumergidas. |
Posado en las rocas cubiertas de algas. |
La imagen captura un arao aliblanco en pleno vuelo sobre una superficie marina. Sus alas, desplegadas en movimiento, muestran el blanco distintivo de su plumaje. |
Descansando en la base de una señal marítima. |
- Todas las imágenes PacoTorres © Julio-2025 en Islandia.
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