Cada invierno, un correlimos oscuro (Calidris maritima) regresa fielmente a la escollera del Port de Barcelona, transformándose en un visitante habitual para quienes frecuentan este lugar. Este pequeño limícola, caracterizado por su plumaje gris oscuro con matices marrones y sus patas amarillentas, parece sentirse cómodo entre las rocas que bordean el puerto, un entorno que le ofrece refugio y alimento.
El ejemplar de este año no ha sido la excepción, y en esta ocasión he podido observarlo nuevamente, documentando su presencia a través de una serie de fotografías. La constancia de su regreso, siempre en fechas similares, es un recordatorio de cómo algunas aves siguen patrones migratorios precisos, llegando incluso a ubicaciones específicas de manera reiterada.
El correlimos oscuro es un ave que habita principalmente en las costas rocosas durante el invierno, siendo menos común en nuestras latitudes. Esta especie, que cría en el Ártico, migra hacia el sur durante los meses fríos, y algunos individuos, como este, escogen nuestra costa como su refugio temporal.
Observarlo cada año me recuerda la importancia de proteger estos entornos urbanos costeros, que no solo son un espacio de recreo para los humanos, sino también un refugio vital para muchas especies de aves.
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| El correlimos oscuro (Calidris maritima) descansa sobre una roca en la escollera, mostrando su plumaje característico en tonos grisáceos y marrones. |
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| Sobre una superficie rocosa cubierta de algas, mostrando su entorno típico de alimentación. |
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| Momento en el que el correlimos oscuro inicia el vuelo |
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| Caminando con cautela cerca del agua, destacando sus patas amarillentas. |
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| Desplegando las alas, revelando los detalles de su plumaje. |
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| Apreciación del pico mientras bosteza, mostrando el interior de su boca. |
- Todas las imágenes © Paco Torres del día 2.I.2025 en Barcelona
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