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FotoBirding en Sant Adrià de Besòs
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viernes, 25 de julio de 2025

Ostreros juveniles y adultos.


Durante las jornadas junto a la costa, el paisaje rocoso y tapizado de algas ofrecía un contraste perfecto para una de las aves más llamativas que he visto en entornos costeros: el ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus). Difícil de pasar por alto, su plumaje bicolor, patas rosadas y ese pico rojo intenso como recién afilado lo convierten en una figura inconfundible entre las piedras húmedas y los bancos de algas.

Los vi caminar con paso firme entre las rocas, hurgando entre el fango o los restos de mareas en busca de moluscos, su alimento favorito. Algunos iban en pareja, picoteando con precisión quirúrgica, mientras que otros mantenían su vuelo raso sobre el agua, dejando ver el elegante patrón blanco de sus alas.

A pesar de su apariencia robusta, el ostrero es un ave sorprendentemente ágil. En el aire se desplaza con destreza, y en tierra se mueve con una mezcla de torpeza y gracia que resulta encantadora. Su pico, más que un simple instrumento, es una herramienta especializada para abrir conchas, rascar en la arena o incluso defender el territorio.

No fue difícil quedarse observándolos largo rato: su comportamiento metódico, su mirada intensa con ese ojo rojo que parece escudriñarlo todo, y el contraste de colores tan marcado que parecen diseñados por un artista gráfico. Son aves que no se ocultan: están ahí, visibles, audaces, reclamando su espacio en el ecosistema litoral.

Este ejemplar muestra plumaje más apagado, menos contrastado entre negro y blanco, y patas de color más pálido. Estas son señales claras de un juvenil, probablemente del año. El pico aún no tiene el rojo intenso típico de los adultos, y muestra una tonalidad anaranjada más tenue.

Ostrero en vuelo con alas desplegadas, mostrando claramente el patrón blanco en las alas y en la parte baja del cuerpo, típico de los adultos. El ojo rojo intenso confirma la madurez. La aerodinámica del vuelo y las plumas primarias bien desarrolladas indican experiencia.
Un adulto con plumaje típico: cabeza, cuello, dorso y alas negras, y parte inferior blanca. Pico largo, robusto y de un rojo anaranjado intenso; patas de color rosa, posado sobre una roca cubierta de algas . El ostrero sin rasgos sexuales evidentes, podría ser macho o hembra, aunque el pico parece algo más corto, lo cual sugiere un macho. 

Ejemplar solitario caminando por arena húmeda. Muy típico de un adulto. El pico se ve largo y delgado, lo cual podría indicar una hembra, pero no es concluyente sin comparación directa. La postura muestra atención al entorno, quizá alerta o buscando alimento.
Un individuo joven, casi seguro. Plumaje grisáceo, algo sucio; pico corto y aún de color naranja tenue. Las patas, además, parecen menos rosadas. Está en posición de alerta o reconocimiento del terreno. Probablemente un ejemplar del mismo año, aún no en plumaje completo adulto.
Un ostrero adulto, plumaje perfectamente definido y el pico largo, rojo encendido. Posado sobre roca, con fondo verde desenfocado, lo cual destaca sus colores. Las patas son gruesas y firmes, y el ojo rojo intenso le da una expresión muy marcada. El pico parece bastante largo: posiblemente una hembra adulta.

Pareja de ostreros, ambos adultos. El ejemplar de la izquierda parece tener un plumaje más apagado y patas más pálidas: posiblemente un subadulto o joven del año anterior. El de la derecha muestra colores más vivos y pico más largo: adulto maduro, tal vez una hembra.



Observaciones generales para determinar edad y sexo

Los ostreros juveniles se distinguen por su plumaje menos contrastado, con tonos pardos en lugar de negro intenso, pico anaranjado más corto y patas grisáceas. Sus ojos son oscuros y carecen del anillo ocular rojo típico de los adultos, y su comportamiento suele ser más cauteloso, siguiendo a los adultos de cerca.

En los adultos, el plumaje es nítido y contrastado, con vientre blanco y partes superiores negras, ojos rojos brillantes, pico largo y rojo vivo, y patas de un rosa intenso. Suelen mostrarse más activos, vocales y dominantes, especialmente en grupos o durante la época de cría.

Las diferencias entre sexos son sutiles: las hembras tienden a tener el pico algo más largo y el cuerpo más robusto, mientras que los machos lo tienen más corto y afilado. Estas distinciones se aprecian mejor al observar parejas juntas, sobre todo en época reproductiva.


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 Todas las imágenes PacoTorres ©   Julio-2025 en Islandia
Entrada relacionada: Un ostrero en Sant Adrià (2012).  



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